Drenaje percutáneo:
Guiado por USG, TAC o IRM, puede ser externo, si se coloca un catéter que drene hacia la piel, o interno, al abordar el pseudoquiste a través de la pared gástrica anterior y posterior, colocando el catéter hacia la luz gástrica.
El primero conlleva mayor tasa de complicaciones/falla (hasta 55%) resultando en hemorragia, sepsis, recurrencia, etc. En el segundo caso, las tasas de éxito son mayores (hasta 92%). Sin embargo estas técnicas no permiten la toma de biopsia de cápsula del pseudoquiste.
Drenaje Endoscópico.
El abordaje endoscópico transentérico permite la realización de tanto cistogastrostomía como cistoduodenostomía, para que ésta técnica tenga éxito el pseudoquiste debe estar en contacto o cercanamente aproximado a la pared gástrica o duodenal posterior, manifestándose como un abultamiento intraluminal. El USG endoscópico puede mejorar la técnica. Las últimas revisiones han arrojado tasas de drenaje exitoso de hasta 90%, aunque con complicaciones presentes hasta en el 20% de los casos siendo la hemorragia la principal, la mortalidad es menor al 1%.
Existe la modalidad de drenaje transpapilar, pero sólo está indicada en casos en que exista una clara comunicación entre el pseudoquiste y el conducto, lo que ocurre en 60% de los casos, asociado a pancreatitis crónica generalmente. Requiere la confirmación previa de la comunicación por CPRE. Es exitosa en hasta 83% pero con recurrencias hasta en 20% de los casos.
¿Qué opinión tienes de la tomografía?
¿Le realizaría abordaje endoscópico, laparoscópico o abierto?
¿Qué experiencia tiene en el manejo de quistes pancreáticos?
Lectura recomendada:
Surg Clin N Am (2007) 1447-1460
Dr. Juan Arturo Castellanos Hdez.