Ha pasado poco más de un año desde que un joven chino de 17 años vendiera su riñón a una red de tráfico de órganos para poder comprarse un iPhone y un iPad. Meses después, la víctima comenzó a sufrir problemas de insuficiencia renal tras la operación.
El viernes pasado comenzó en China el juicio contra nueve personas acusadas de participar en esta trama. El joven, que extrajo su riñón sin permiso de los padres, solo obtuvo unos 2.800 euros por la operación. La policía interceptó esta red de tráfico de órganos que operaba a través de chats, convenciendo a jóvenes de vender sus riñones a cambio de grandes sumas de dinero. El principal cerebro de la trama se involucró en este tipo de actividades al perder todo su dinero en apuestas.
El abogado de la familia pide una compensación de 290.000 euros para el joven.
Fuente- 20 Minutos