viernes, 1 de mayo de 2009

EL CONSENTIMIENTO INFORMADO EN CIRUGIA

El consentimiento informado ha cambiado de forma radical la manera en que se realizan las decisiones terapéuticas, algunos años atrás, éstas se realizaban de forma unilateral y se basaban en el concepto “El doctor sabe lo que es mejor”

En la actualidad, se considera una herramienta que obliga al cirujano a brindar información adecuada y oportuna, de ésta manera, el cuidado se ha centrado en las decisiones tomadas por el paciente en conjunto con el cirujano.

El consentimiento informado significa reconocer el valor ético inherente de la autodeterminación, sin tomar en cuenta el carácter de la propia decisión, básicamente se reconoce la autonomía del paciente para tomar sus propias decisiones.

El consentimiento informado no debe verse únicamente desde el punto de vista legal o como una parte obligada de la práctica diaria, es en realidad el componente más importante de la buena relación médico-paciente.

La firma del consentimiento informado significa el proceso y el documento solo es la prueba concreta de que se ha realizado.

Si el consentimiento es una parte importante de la relación médico-paciente porque en la vida diaria, con frecuencia solo parece ser una rutina?

La realidad es que los cirujanos jóvenes, solo en raras ocasiones reciben entrenamiento adecuado y con frecuencia tienen problemas para enfrentar este proceso con los pacientes. Es importante que los profesores asuman la responsabilidad de transmitir de forma precisa la importancia de éste proceso, de tal manera que proporcionen a sus médicos en entrenamiento la oportunidad de realizarlo y de mantener discusiones y sesiones de intercambio que beneficien al paciente y al médico residente.

El proceso de informar al paciente ha estado plagado de mútiples consideraciones éticas……. Una de las más importantes: ¿Cuánta información debe darse al paciente? En general, la información debe incluir los riesgos, beneficios, consecuencias potenciales del procedimiento y discusión de alternativas.

Es recomendable que el proceso de información sea realizado en varias sesiones para dar oportunidad al paciente de evaluar la información que ha recibido y poder tomar una decisión de acuerdo a sus necesidades, intereses y valores.

Otra parte importante del proceso es permitir la discusión Médico-paciente sobre la información que se ha otorgado, de ésta manera el médico podrá evaluar el nivel de comprensión que tiene el paciente sobre la información recibida y si ésta ha sido adecuada para sus expectativas, esto es vital porque es frecuente que la información que el médico considera importante, sea diferente de la que es realmente importante para el paciente. Una forma práctica de evaluarlo es permitiendo que el paciente exprese en sus propias palabras lo que ha entendido.

Aunque muchos pacientes quieren saber cuál es la opinión de su médico, se recomienda expresar una opinión cuando se ha terminado de dar toda la información y únicamente si es solicitada por el paciente.

En situaciones quirúrgicas de urgencia es posible que este proceso quede un poco olvidado, pero es importante realizarlo después del tratamiento quirúrgico, como una forma del buen desarrollo de la relación médico-paciente.

(*) En general, los componentes esenciales del consentimiento informado son:

Descripción clara del procedimiento planeado, sus riesgos y beneficios.
Detalles de posibles alternativas de tratamiento, incluyendo la opción de no tratamiento, sus riesgos y beneficios
Documentar por escrito que se ha dado al paciente la oportunidad de realizar preguntas y que han sido adecuadamente respondidas
Autorización con firma del paciente, del Médico y testigos.

Con respecto a las preguntas del paciente, es aconsejable dejar un registro, talvéz en la nota preoperatoria, haciendo constancia de las inquietudes y como fueron respondidas por el cirujano.

En resumen, el consentimiento informado permite respetar la autonomía del paciente, pero su principal función es estrechar la relación médico-paciente, por tanto debe dejar de verse únicamente como una tarea de rutina.
* Childer, R. et.al. Informed Consent and the Surgeon. J Am Coll Surg. 2009; 208 (4): 627-634
**Katz, J. Reflections on informed consent: 40 years after its birth. J Am Coll Surg. 1996; 186:466-474


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